Primera edición: Irene Accarini, Juan Pablo Schiebelbein y Martín Zambrano Echenique
21 de Agosto | 11 de Septiembre, 2025
Segunda edición: Natalia Bruno y Jorge Hugo Marcolini
15 de Octubre | 31 de Octubre, 2025
Curadora: Mónica Rizzi
Cassia House presenta Habitar, cuidar, Calendario, una exposición colectiva curada por Mónica Rizzi que se desarrolla en dos capítulos consecutivos, proponiendo una lectura expandida sobre la relación entre materia, tiempo y memoria.
La primera edición, inaugurada el 21 de agosto, reunió las obras de Irene Accarini, Juan Pablo Schiebelbein y Martín Zambrano Echenique, y convocó a un amplio público en una velada de apertura donde el arte se convirtió en espacio de encuentro y contemplación. Pinturas de trazo y color que parecen guardar la huella de paisajes apenas soñados; tejidos y composiciones textiles que se despliegan como relatos suspendidos en el aire; esculturas que combinan geometría y vacío para invitar a un silencio activo: tres lenguajes que encontraron en la diversidad su punto de comunión.
La segunda edición, que abre el 15 de octubre, presenta obras de Natalia Bruno y Jorge Hugo Marcolini, ampliando el diálogo hacia nuevas materialidades y climas poéticos. En sus obras, Bruno trabaja la expansión del color y el movimiento desde un territorio que cruza lo escénico y lo pictórico, mientras que a traves de la fotografia, Marcolini propone una serie abstractos donde la distancia y la luz se funden en atmósferas de quietud y resonancia.
A través de ambas etapas, Habitar, cuidar, Calendario se manifiesta como un territorio común donde lo visible y lo invisible conviven. Cada pieza, desde su particularidad, participa de una misma pregunta: ¿cómo nos vinculamos con lo que nos rodea y con aquello que aún no sabemos nombrar?
La escena del arte nos convoca a transitar texturas, prismas de luces y brillo, sutilezas esmeriladas. El sonido y el silencio se unen en pausa, nos invita a la contemplación. La naturaleza siendo el sentido y los sentidos nos habitan en cuidar la vida. El arte compromete al artista siendo parte, constituido en dichosa libertad.
Nuestro comportamiento frente a ella nos involucra a ser causa de una página en blanco, de una obra nueva. El instante de creación, supo ser un pincel sobre el bastidor, el primer lazo del bordado, la línea en el boceto, el instante fotográfico, la palabra que construyó el diálogo. Gestos reconocidos que el arte nos comunica en sus lenguajes, y aun sabiendo que el músculo cultural se activa cuando entre nosotros se produce la emoción, ¡la pregunta es!
¿Somos la escena?...
¿En cada artista la naturaleza es?...
¿De nuestro marco somos la imagen?...
- Mónica Rizzi
En esta propuesta, Cassia House abre sus puertas para que las obras respiren junto al espectador y, en ese intercambio, se activen memorias, emociones y nuevos sentidos. La experiencia no se limita a observar: invita a permanecer, a dejarse atravesar por lo que la materia insinúa y el gesto del artista revela.
Cada visita —en cualquiera de sus dos etapas— se convierte en un capítulo distinto de este calendario imaginario, donde el tiempo se mide en contemplaciones, y el acto de recorrer la muestra se transforma en un gesto poético y colectivo.